Nos han gustado mogollón nuestras habitaciones por su precio.

El aeropuerto estaba a 25 km. Habitaciones con un balcón.

Sirvieron un desayuno malo, podría ser mucho mejor.

Es un hotel en una zona encantadora, en una zona muy buena. Con habitaciones muy bien decoradas y extremadamente agradables. Ubicación cómoda y también ideal - a poca distancia a pie de la Galicia Jewish Museum. El restaurante sirve comida italiana. Toda la experiencia fue muy buena, no he tenido ningún inconveniente, 100% recomendable.

Todos eran serviciales y atentos. Habitaciones con 3 camas. Los desayunos para la mayoría de los gustos. Recomiendo este hotel, es total a todos y volvería.

El personal y el servicio son agradables. La habitación es espaciosa y tiene café, té gratis y un cuarto de estar. El personal es excepcional, se aseguran de que pases unos días increíbles aquí. La ubicación también es estupenda, a 10-15 minutos a pie del Castillo de Wawel.

Me ha gustado mogollón el lugar, una estancia estupenda para cuatro noches. La habitación era lo suficientemente espaciosa y realmente agradable, ofrecía café, un cuarto de estar y un hervidor de agua. El desayuno era increíble, ofrecen pasteles y cereales. El hotel estaba en una ubicación encantadora, a un fácil paseo de la Sinagoga Isaac. Además, estaba en el barrio judío.

Hay una gran selección de cosas para el desayuno, y todo bien presentado: pasteles y cereales. Lo mejor es su personal excepcionalmente agradable y complaciente.

Una experiencia increíble. Las habitaciones con té / café, un balcón, un frigorífico. Había un restaurante barato con una comida caliente.

Hotel fantástico con WiFi gratis y un personal increíblemente servicial. Habitación bellamente decorada, cama extragrande. Desayuno caliente y también increíble para la mayoría de los gustos.

Es un lugar maravilloso para hacer turismo y explorar Cracovia.

El servicio en este hotel barato fue muy bueno. Las habitaciones, eran de buen tamaño y lo suficientemente espaciosas con 3 camas. Los platos del hotel que pedimos eran buenos, y encontramos el Acai Bar en la zona.

En la habitación había café, un cuarto de estar y un hervidor de agua y la cama era extragrande. El desayuno era caliente para la mayoría de los gustos, tenía una enorme variedad de comida. Tenía una ubicación bonita, a 10-15 minutos a pie del Castillo de Wawel. Había tascas y restaurantes a poca distancia del lugar.

Algunas personas que trabajan allí eran inútiles.

Excelente ubicación, camas y almohadas cómodas, buena calefacción, ducha con buena potencia, desayuno variado y delicioso.

Me sentí como en familia, no he tenido ningún inconveniente.

El personal de recepción muy bien, incluso una chica hablaba español lo que se agradece bastante; la situación del hotel es magnífica, a unos 15 minutos del centro y en mitad del barrio judio, un barrio de pequeña escala que parece un pueblecito precioso en medio de la ciudad y está lleno de restaurantes y bares con un ambiente genial.

Los forjados del hotel son de madera, con una moqueta encima, lo que hace que hasta la persona más liviana y sigilosa sea capaz de despertar a todo el hotel en cuanto se mueva; las habitaciones están bién pero nos tocó una bastante pequeña, directamente no tiene ni persiana ni cortinas opacas, con lo cual la luz interior es la misma que la de la calle (un inconveniente cuando amanece a las 4 de la mañana o así). El desayuno se limita a un catálogo de quesos a mayores de lo normal, sin apenas bollería, sin fruta, bastante ramplón en general aunque el lugar donde se sirven los desayunos en un sótano muy bonito.

Su situacion en pleno barriode Kasimirz